1 dic 2009

De vítimas a verdugos. Pueblo judio, pueblo del odio

Agosto de 1941. Francia, a las afueras de Paris. Es el pistoletazo de salida para la fase más cruenta de lo que se denominó por el expansionista imperio nazi, la solución final. Las miradas ya no solo se dirigían hacia adultos judíos, eslavos y comunistas, socialistas y gentes de izquierdas, sino que viró el foco hacia aquellos también inocentes pero de muy temprana edad.

Se trasladó a aproximadamente 4000 niños en vagones de carga, junto a adultos desconocidos durante una agónica travesía que les llevaría a través de mas de 48 horas hacia las rampas del campo de concentración y aniquilación de Auschwitz-Birkenau.

Oskar Gronin, oficial de la SS destinado en este dramático lugar y que fue entrevistado para un documental de National Geographyc, comenta cómo tenían arraigado el pensamiento de una gran conspiración a escala mundial del judaísmo contra la nación alemana y la sonrrojante justificación para la aniquilación de los niños. En sus propias palabras : “los niños no son aun el enemigo, el enemigo es la sangre que hay en ellos. Cuando crezcan serán judíos potencialmente peligrosos. Por eso también se incluía a los niños” (en los programas de exterminio).

Hoy, 1 de diciembre de 2009, se puede leer en numerosos periódicos de tirada nacional, regional y local cómo en un libro titulado Torat ha-Melej (El Pentateuco del rey) en el que un par de rabinos de la escuela rabínica Merkaz ha-Rav (la cual marca una doctrina extremadamente ultraortodoxa y que lamentablemente se esta infiltrando tanto en estamentos políticos y militares israelíes) justifican que los judíos maten a todos aquellos no judíos, y también a sus hijos si sospechan que cuando crezcan serán malvados.

En el libro se recogen lindezas como las que a continuación expongo:

¿En que circunstancias se puede matar a bebés? "Porque su presencia puede promover los asesinatos. Existe una razón para dañar a los niños si está claro que crecerán para hacernos daño... Está permitido dañar a los hijos de un líder para presionarle con el fin de que no actúe malvadamente... Hemos visto en la Halaja [ley religiosa judía] que incluso existe causa para matar a los bebes de gentiles que no violan las siete leyes otorgadas por Dios a Noé por la futura amenaza que causarán si son criados por gente malvada como sus padres", han escrito Shapira y Elitzur en su libro La Torá del Rey: leyes sobre la vida y la muerte entre los judíos y las naciones". Se ha vendido con éxito en Mercaz Harav, una yeshiva de Jerusalén que es el buque insignia del sionismo religioso.

Para mayor desazón el diario Haaretz informaba de que la yeshiva dirigida por Shapira recibió fondos del Estado por valor de 150.000 shekels (27.000 euros) desde 2007. El Ministerio de Educación, según la ONG israelí Yesh Din, aportó otro millón de shekels (180.000 euros) entre 2006 y el año siguiente. El Ejecutivo hebreo ni siquiera se plantea sanciones pecuniarias.

Shapira y Elitzur animan a sus alumnos a hacer caso omiso de las leyes civiles de su propio país. "No se necesita una decisión del Estado para permitir el derramamiento de sangre de quienes pertenecen al imperio malvado. Incluso los individuos atacados por la soberanía del mal pueden tomar represalias", escriben. La distinción entre soldados y civiles en tiempo de guerra es asunto poco relevante. "El principal esfuerzo de la guerra debe destinarse a quienes intentan matar, pero cualquiera que es miembro de la nación enemiga es considerado un enemigo".

Tras esto, ¿qué cabe pensar de esta posición ideologica que parece querer justificar un futurible exterminio? ¿se puede contrarrestar de alguna manera esta visión genocida de la gestión de un problema territorial que fue creado por la ONU (encabezada por los EE.UU) con la imposición de la creación de un Estado (el israelita) donde residía el pueblo palestino?.

Como vemos son odiosas las comparativas, pero el odio que el pueblo judío encabezado por sus dirigentes religioso-económico-políticos están transfiriendo hacia su pueblo bajo el pretexto de una conspiración internacional en contra de ellos es tan semejante a lo que planteaba el deleznable Adolf Hitler que da escalofríos. Lo único que ha cambiado es que bajo la esvástica los judíos eran las victimas, ahora claman por ser los verdugos.

1 comentario:

  1. ¡Qué bueno el artículo! Me encanta
    Y sí, lamentablemente las comparaciones son odiosas, algunas tan espeluznantes como para quye se intente por todos los medios que no salgan a la luz
    ...pero por suerte, hay conciencias que no callan nunca


    PD. vuelve pronto alberto¡que nos haces mucha falta :-)

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