29 ene 2010

67 años para jubilarse, ¿y qué más?

Maravillosa idea la del ejecutivo del gobierno, JUBILACION A LOS 67. Seguro que no les importan las consecuencias que esta insultante y absurda medida que han puesto sobre la mesa va a provocar.

En primer lugar la incorporación al mercado laboral de los jóvenes se retrasará, con el consecuente incremento de la tasa de paro entre estos. No podemos olvidar que somos quienes mas sufrimos esta lacra para los ciudadanos, pero necesaria y dentro de la lógica del neoliberalismo.

Por otro lado esta la salud de nuestros mayores. ¿No es suficiente pasarse entre 35 - 45 años trabajando? Ahora añádanle un par más, que el trabajo dignifica. Esto también hará incrementar el absentismo laboral, y es que la salud por estas edades, como todo el mundo puede entender, tiene sus altibajos. por lo tanto.... ¿el beneficio para las arcas de la Seguridad Social no estará a la misma altura que las perdidas por este hecho? será cuestión de estimarlo, pero no creo que por unos miseros euros sea necesario alargar la edad laboral.

Repasando el programa electoral que el PSOE propuso para las ultimas elecciones, y por el cual sus simpatizantes depositaron su confianza no aparece absolutamente nada relacionado con que se iba a subir la edad a la que uno se jubilaría. ¿que es lo siguiente? No cabe mas que preguntarse, cuál será el siguiente golpe que reciban los trabajadores españoles ¿la aprobación de las 65 horas semanales?. Conclusion: los votantes del PSOE engañados.

El objetivo de aumentar la edad de jubilación cual es, ¿que se coticen mas años y así asegurar el sistema de pensiones?. Sin embargo esto contradice completamente aquello que el ejecutivo airea constantemente y que recojo de su pagina web, “el futuro de las pensiones esta garantizado”. Es más, según declaraciones del Secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado dice textualmente: “hemos acabado el año 2009, que es un año muy duro de crisis económica, con más de 8.500 millones de superávit”, unos datos “mejores” que los datos de los sistemas de Seguridad Social de los países que nos rodean. Entonces, ¿que esconde esta propuesta?

Lamentablemente mi formación económica como estudiante de medicina es muy escasa y autodidacta por lo que aun no me permite ver mas allá, pero una cosa tengo clara, por algún lado están mintiendo, o al menos están ocultando una gran verdad.

2 ene 2010

El encubierto agente de la revolución (Diario Público, 2-1-2010)

Sorprendentemente me he encontrado con esta publicación en el diario Público en la que intentan desentramar aquellas influencia socio-politicas de las que el presidente de los EE.UU ha ido bebiendo para formar su personalidad. Sin duda, merece un profundo análisis.



Barak Obama fue el candidato de la comunidad de la Inteligencia. Más exactamente, representa el ala izquierdista de la CIA, lo que no es sorprendente salvo si se tiene una idea demasiado simplista de la Central. El mundo lo mueven las fuerzas revolucionarias, aunque aparentemente no se note su fuerza de gravedad.

El escenario ha cambiado radicalmente. Se han ido los neocons de la Casa Blanca. Todavía acarrean las culpas de casi todo lo malo que ha ocurrido en el mundo, y es cierto que se equivocaron. Casi nadie se acuerda ya de que el mundo era un lugar apetecible para vivir y esperar vivir mejor. La seguridad colectiva, el mundo de la estabilidad cambiante, el paraíso de los pequeñoburgueses viviendo de las migajas de los grandes especuladores, se fue literalmente al carajo.

Los neocon no han sido sustituidos por una clase política honesta y limpia

Los neocon no han sido sustituidos por una clase política honesta y limpia, dispuesta a cambiar los paradigmas, porque tal cosa no existe. Han vuelto los viejos monstruos agentes de la revolución: tipos como Brzezinski y Soros, los inmortales, dispuestos a cambiar la cara visible del imperialismo.

El poder en Washington ha pasado de los neocon a la Trilateral. Vuelven los pupilos de una organización nacida para lograr una utopía contra natura: que las riendas del mundo sigan en las mismas manos de los que las tuvieron durante siglos, hasta que fueron arrebatadas por los rebeldes del gran sueño americano.

La Trilateral entró en la Casa Blanca con Carter, apoyado por sus amos David Rockefeller, Zbigniew Brzezinski y Paul Volcker. Aquella Administración provocó no menos de cinco millones de muertos, sin contar los que fueron condenados en el libelo Informe Mundial 2000 con el que se inició la despoblación de África.

Brzezinski manipuló las cosas para que los rusos invadieran Afganistán, provocó la guerra Irak-Irán, mientras que Volker elevó el interés del dinero hasta el 22%, lo que significó la destrucción de la infraestructura industrial norteamericana (y de rebote, la española).

La esencia del nuevo imperialismo consiste en frenar a Rusia y China

Obama fue reclutado por Brzezinski cuando estudiaba en la Universidad de Columbia. Allí entró en contacto con la Trilateral y el Club de Bilderberg, uno de cuyos mentores es el neoliberal Joseph Nye, el principal apoyo ideológico de Obama y el que lo introdujo también en la Ford Foundation (la institución más conservadora de EEUU, al servicio de la oligarquía financiera), en el Council on Foreign Relations y en la Escuela de Chicago (con el profesor Austin Goolsby, de la extrema derecha económica).
La Fundación Gamaliel

La madre de Obama, Stanley Ann Dunham, de fachada procomunista pero relacionada con los servicios de inteligencia, sirvió a la Ford Foundation y al Banco Mundial . Su hijo trabajó para la Fundación Gamaliel, junto al militante palestino y amigo suyo Rashid Khalidi, portavoz de Arafat. Probablemente allí es donde Obama se interesó por el programa de llevar la sanidad pública a toda la gente y aprendió a gestionar el trabajo social.

En la misma fundación estaba Bill Ayres, activista revolucionario en la década de los sesenta y protector de Obama. Este se sentó durante 20 años en las rodillas de Jeremiah Wright el activista de la teología de la liberación negra.

La compleja personalidad de Obama dibuja la figura de un presidente de la primera potencia en guerra permanente, puesto que la paz no es posible hasta que el imperio imponga su Pax Mundial. Su pensamiento político se sustenta en los orígenes de EEUU, surgidos de una guerra por la libertad, la justicia y la igualdad. La estrategia global sería lograr la hegemonía de EEUU como garante de sus principios.

Brzezinski y los suyos hace tiempo que estigmatizaron a Rusia y a China como los principales enemigos, por lo que quieren utilizar a los radicales contra los enemigos de EEUU. Desde antes del 11-S, el servicio de inteligencia norteamericano apoyaba a Al Qaeda y a los talibanes para lanzar a los uigures musulmanes contra el Gobierno chino, y a los talibanes contra los aliados rusos de Asia Central.

El objetivo de la presencia en Afganistán no es erradicar Al Qaeda, ni a los talibanes, con los que no tardarán en entenderse, sino estar en situación de golpear a Rusia y a China. China tiene la economía más fuerte del mundo, disciplina social, abundante mano de obra y clase media en ascenso. Rusia posee las mayores reservas mundiales de gas y de petróleo. Las dos superpotencias convergen en la Organización para la Cooperación Shan-ghai, creada en 2001 (con Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán, y Uzbekistán).
El viejo Gran Juego

La esencia del nuevo imperialismo es reproducir el viejo Gran Juego de utilizar a una pequeña potencia para atacar al objetivo y hacer que los vecinos se peleen entre sí de forma que gane el aliado. Se destruye a Pakistán, con el pretexto de bombardear a Al Qaeda. Curiosamente ni Bush, ni McCain, ni Clinton estuvieron de acuerdo en bombardear Pakistán, Obama, sí. ¿Por qué? Porque Pakistán es un aliado tradicional de China.

Esta depende de África para abastecerse de materias primas y de petróleo, especialmente de Sudán que le suministra el 8% de sus necesidades de crudo. Hay que echar a China de África y aislarla, para que si se le priva de aprovisionamiento de energía vaya a buscarlo a Siberia Oriental, donde hay abundancia de materias primas y muy poca población.

El problema está en que Pekín y Moscú conocen el juego, y al mismo tiempo toda la estructura financiera anglo-estadounidense está en profunda crisis. Obama domina el escenario ideológico que llevaría a una revolución sin precedentes, pero carece de aliados capaces de entenderla y el mundo ha sido ganado por la irracionalidad y el caos destructivo. La esperanza es una quimera, por lo que ningún revolucionario consecuente la ofrece. El mundo nuevo, precisamente por serlo, surge cuando el viejo ha desaparecido por completo sin que pueda imaginar cómo será el que le suceda.