Hoy, 8 de marzo de 2010, tengo el placer de publicar una entrada escrita por mi compañera Araceli Ventura Morales. Creo muy interesante su lectura, pero más aún el poder abrir un pequeño debate, añadir más información para que nos sirva en nuestra formación, siempre desde una actitud crítica y constructiva.
En los últimos años, la utopía de la igualdad entre hombres y mujeres ha experimentado algunos avances, tanto en el terreno político como en el social y el laboral, pero la crisis del sistema capitalista que se esta viviendo evidencia y potencia la desigualdad existente entre hombres y mujeres.
Desde el Area de Juventud de Izquierda Unida Córdoba, nosotras y nosotros, como jóvenes que somos, no podemos olvidar en este 8 de marzo de 2010, dia de la Mujer Trabajadora, resaltar el imprescindible papel que juega la educación en la lucha contra la ignorancia y la discriminación, especialmente la discriminación de género.
No podemos negar la estrecha relación que existe de forma intrínseca entre la educación basica y el desarrollo económico, en un mundo donde la mayor parte de la poblacion mundial sin escolarizar son niñas, en un patriarcado donde las mujeres siguen siendo desde la infancia las más vulnerables al abuso, la ignorancia y la violencia. en un país donde aún se discrimina de forma arraigada, sistemática e invisible a las mujeres; donde mueren cientos de mujeres por el terrorismo afectivo derivado de un concepto imperante de posesión del hombre hacia la mujer, donde aun se encuentra regulado en nuestro código penal el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo equiparandolo a un delito; donde instancias políticas y religiosas intentan recuperar el poder de las conciencias; donde aún permanece en la sombra la memoria de miles de mujeres olvidadas que la ley del silencio ha apartado de la historia durante siglos; donde las mujeres aún sufren mayores tasas de desempleo que los hombres, discriminación en su capacidad a la hora de conseguir un empleo, desigualdad salarial; donde se confunde género con sexo y no se lucha por la educación que necesitan los hombres para superar las arcaicas construcciones sociales origen de estas injusticias.
Esta crisis tiene nombre de mujer.
Esta crisis lleva el nombre de todas las mujeres asesinadas por la ignorancia, la injusticia y la violencia. Lleva el nombre de todas las mujeres convertidas en vulnerables ante la situación economica gracias a la desigualdad salarial. De todas las jovenes e inmigrantes más discriminadas por su condición de mujeres en el terreno laboral.
Esta crisis lleva marcada a fuego el nombre de todas las mujeres que dieron sus fuerzas, su voluntad e incluso su vida por construir una sociedad más justa para las mujeres y hombres; el nombre de todas las mujeres y hombres que gritamos hoy, y seguiremos luchando mañana, por una sociedad donde la igualdad entre hombres y mujeres deje de ser una utopía y se convierta en realidad.
Araceli Ventura Morales
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